Conviértete en el creador de tus propios milagros . . .

Entradas etiquetadas como ‘poder’

El poder de la apreciación

1abab837f5573b27d9ed6cfc35e9e737Pasamos nuestros días sin grandes cambios y la mayor parte del tiempo andamos en automático sin saber cómo hacer para que nuestra realidad mejore, se torne más apacible, menos preocupaciones, más alegre. No notamos que para que haya un cambio en nuestra realidad nos hace falta agregar un ingrediente muy importante. No nos damos cuenta de la importancia que tiene el apreciar.

Cuando apreciamos lo externo, intrínsecamente, nos estamos incluyendo, esto va en ambos sentidos, la apreciación es un sentimiento que parte desde nosotros, sale de nuestro interior y por lo tanto nos beneficiamos. La apreciación y el amor hacia nosotros son las herramientas más importantes para nutrirnos.

Apreciar tiene el mismo valor que ser agradecido, son hermanos en el camino ascendente hacia la paz y la alegría. Apreciar es un estado del ser. Cuando apreciamos algo o a alguien, al igual que cuando estamos agradecidos, nuestra energía vibratoria cambia y se eleva. Los pensamientos oscuros, las preocupaciones y la ansiedad se desvanecen y transmutan cuando nuestro foco de atención se traslada a aquello que nos hace sentir amor, afecto, aprecio, agradecimiento y aceptación. Las contrariedades quedan disueltas y nuestro estado interno cambia.

Hay situaciones que nos provocan ira, tristeza, temor, pero está en nuestras manos hacer el click, (cambio) y mirarlas con nuevos ojos y en el caso de que esto resulte difícil, evitar que ese sea el foco de nuestra atención. Si quieres mejorar tu realidad no debes de enfocarte en lo que está mal, céntrate en lo que puedas apreciar.

Podemos vivir la vida con la determinación de ver lo que está bien y dejar de prestarle tanta atención a lo que anda mal para apreciar más. Esto nos garantiza una vida más placentera, amorosa y alegre. Como ya sabes, tú creas tu realidad a partir de tus pensamientos, entonces ¿te imaginas como sería tu realidad si aprecias más y juzgas menos?

Son nuestras creencias las que nos hacen pensar que somos indolentes si no le prestamos atención a ciertas situaciones caóticas. Esto estaría bien si tu no supieras que eres el creador de tu realidad.

Debemos enfocarnos en apreciar, en vez de criticar lo que nos rodea y culparlo de nuestro descontento aunque encontremos justificadas razones para hacerlo. Cuando dejamos de criticar y de juzgar, es muy fácil apreciar. Apreciar es aceptar las cosas tal como son. Esto es lo que genera el cambio, y no cuando reaccionamos.

La apreciación abre la puerta de nuestra consciencia y nos permite ver más allá, porque la mente que piensa, la mente que opina y juzga queda por fuera.

La energía de la apreciación es benevolente y mientras más apreciemos, más generosa se tornará nuestra vida. ¿Te imaginas que el universo te devuelva esto? La vida es como una pantalla donde tu mente se proyecta. Primero crees, piensas, y sientes y luego experimentas de acuerdo a ello.

Todo en la vida es un regalo, y cuando llegas a comprender esto, te mantendrás en un estado de continua apreciación. A veces necesitamos conocer lo desagradable para poder aprender a apreciar.

La apreciación es una acción, es algo que podemos hacer en cualquier instante, no toma más que eso, una decisión. Eso es todo lo que requiere.

Si observamos atentamente, encontraremos que la raíz de todo lo bueno que nos sucede tiene su origen en la apreciación. Cuando aprecias te abres a recibir lo semejante a tu vibración.

Apreciar es valorar. Es decirle Si a todo. Y cuando le dices si a todo el universo te complace. Cada vez que aprecias le estás pidiendo “MAS RAZONES PARA APRECIAR POR FAVOR” y él universo te obedece enviándote más razones que te alegren para que sigas apreciando. Así es como funciona. Mientras más alegrías tengas más rápido tus circunstancias mejorarán. Todo comienza desde adentro.

La alegría y la felicidad no vienen dadas por recibir algo que no tenemos sino por nuestro estado de apreciación. Aumenta tu apreciación, amando y apreciando incluso a la enfermedad porque ella es la portadora de un mensaje que pide cambio, y su propósito es avisar.

Para estar en paz hay que soltar lo que se fue, apreciar lo que queda y abrirnos a lo que vendrá. Acepta lo que llega a ti, totalmente y por completo, de modo que puedas apreciarlo y aprender de ello y luego dejarlo ir.

Apréciate por lo que eres no por quién deberías ser. Cualquier cosa que haya ocurrido, mira atrás apreciando la experiencia. Aprecia todo lo que tienes, no dejes que el tiempo te haga apreciar lo que tuviste. Tus padres y tus hijos seguramente te han dado cantidad de razones para apreciarlos, enfócate en eso. Casi siempre lo significante se esconde dentro de lo que parece insignificante así que si quieres sentirte feliz, alegre, y en paz, entonces aprecia todo lo que se encuentra frente a ti, espera menos, y evita juzgar dejando de lado cualquier expectativas.

Si te resulta difícil apreciar algo, recuerda tan solo eliminar el juicio.

El amor crece en el jardín de la apreciación. Enfócate en la apreciación, y en la gratitud, y verás cómo tu experiencia se torna abundante en el amor y en más situaciones positivas.

La persona más feliz en el mundo es aquella que aprecia constantemente.

Te amo
Jocelyne Ramniceanu

Suscripcion a Gotitas de Jocelyne Ramniceanu

                          ¡¡¡¡Acompáñame en Gotitas, mi nuevo boletín!!!!

Anuncio publicitario

Responsable o culpable

Es común confundir el sentimiento de culpa con sentirnos responsables de cualquier situación, sobre todo cuando comprendemos que somos los creadores de nuestra realidad tal como la experimentamos y que todo cuanto acontece en nuestro mundo circundante es nuestra creación materializada a partir de nuestros pensamientos, sentimientos y  emociones. Todo lo que manifestamos en nuestro mundo es el producto de nuestras creencias y nuestros pensamientos son los arquitectos de este. El mundo que vivimos es el resultado de aquello que llevamos en nuestra mente consciente y subconsciente y es lo que crea nuestra realidad.

Ante tales afirmaciones, parece natural sentirnos culpables por las desgracias  ajenas y propias que acontecen en nuestras vidas y en el mundo por ser nosotros quienes las fabricamos aunque no comprendamos el cómo ni el por qué. Es evidente que no deseamos el sufrimiento para nadie. Una mejor opción es elegir sentirnos responsables y descartar el papel de víctima tomando las riendas de nuestras vidas con tan solo sentirnos responsables de nuestras creaciones  y comenzar a crear un mundo mejor.

La culpa es un programa que nos hemos creado,  que nos paraliza y carece de utilidad, donde renunciamos a nuestro poder y nos inmovilizamos. La culpa además de ser un sentimiento desagradable nos convierte en seres impotentes, divididos y separados, nos resta fuerza para la acción, tendemos a sentirnos disminuidos y a esperar algún tipo de castigo porque estamos convencidos de merecerlo por haber cometido algún error y por ello debemos de pagar.

Al sentirnos responsables la situación cambia, hacemos uso del poder impresionante que tenemos cada uno de nosotros, tomamos consciencia que está en nuestras manos generar el cambio y así nos empoderamos, no dependemos de nada ni de nadie para generarlo porque el cambio es únicamente mental, y esto en vez de disminuirnos nos da un propósito, una dirección, y renueva nuestra fuerza para crear nuestro mundo mejor.

La causa de todo está en ti aunque solo ves el efecto. Los errores no existen, tampoco existen los jueces que nos van a juzgar o castigar, esa es una ilusión, es parte de nuestra programación para seguir dormidos. El único juez eres tú, al igual que eres el único que te castigas, cambia esa creencia y asume tu responsabilidad. Tu vida y todo lo que ves en ella es tú creación y por lo tanto  solo tú la puedes cambiar.

Decidir sentirnos culpables o responsables es tan solo una elección que podemos hacer en cualquier instante, la única diferencia es si  queremos seguir apegados a los mismos resultados o deseamos asumir nuestro rol de creadores.  Siempre tenemos el poder de elegir y siempre podemos transformar nuestra vida cambiando nuestras creencias y nuestros pensamientos.

Al  ser quienes creamos nuestra realidad no existen los culpables allá afuera, y dejamos de proyectar, nadie es culpable, el afuera no existe, solo somos responsables querámoslo o no de todo lo que experimentamos.

Si me ocupo de sanar mis memorias y programas, el mundo que veo estará bien, y dejaré de culparme a mí y a otros, solo asumiré mi responsabilidad para cambiar y mi mundo se beneficiará.

Alégrate, no existen ni los inocentes ni los culpables, no existe nada de esto y  todo está en tus manos, no estás separado del mundo, EL MUNDO ERES TÚ.

Te amo

Jocelyne Ramniceanu

Suscripcion a Gotitas de Jocelyne Ramniceanu

¡¡¡¡Acompáñame en Gotitas, mi nuevo boletín!!!!

Buscando mi paz.

En estos días, una querida amiga, me llamo para hacerme una consulta. Tenía en su casa a una persona que hace ya algún tiempo ella amablemente le ofreció auxilio y cobijo, y esta persona no parecía dispuesta a marcharse. Mi amiga ya no encontraba cómo hacer para que se fuera, y estaba desesperada al punto que no tenia paz y sus pensamientos giraban en torno a este hecho obsesionándola y amargándola.

Me comento que hacia Ho’oponopono  constantemente para que la intrusa se fuera. Que no tenia privacidad, se sentía invadida y se estaba volviendo loca, y que el Ho’oponopono no le estaba funcionando.

Les cuento esto porque a todos nos sucede que nos confundimos y  hacemos Ho’oponopono con un determinado propósito y nos creamos expectativas. Creemos saber lo que nos conviene y que hacer al respecto, pero si las situaciones no se resuelven de la manera que  deseamos, entonces la técnica no sirve, o por lo menos no funciona en todas las situaciones.

Esto es una confusión, cuando borramos nuestras memorias el único propósito es tener paz, tener paz mas allá de toda comprensión sin importar lo que esté sucediendo afuera.

En el caso de mi amiga, su propósito no era claro, porque ella creía que su indeseable ocupante era el motivo de su falta de paz, y era necesario que esta se fuera para regresar a ella. Esta es una fantasía en la que tropezamos usualmente y entregamos nuestro poder, no al afuera, sino a nuestras memorias, a nuestras creencias, si la intrusa no se iba, ella era infeliz.

Las cosas nunca son como  creemos que son porque nunca sabemos lo que es correcto y perfecto para nosotros, y lo que creemos que nos da felicidad solo nos da una alegría momentánea hasta que encontramos otra razón para justificar nuestro continuo sufrimiento o preocupación. Nosotros vamos por la vida buscando las escusas en el mundo que vemos sin percatarnos que es dentro de nosotros donde están todas las soluciones.

Tal vez esta persona o situación pueda ser una bendición para ella. Usualmente no sabemos y casi siempre le echamos la culpa al mundo externo de nuestra falta de paz sin asumir nuestra responsabilidad.

Le recomendé a mi amiga que siguiera practicando el Ho’oponopono y se olvidara del propósito que ella llevaba en mente y se centrara únicamente en encontrar su paz. Ese es el verdadero propósito que tenemos al limpiar nuestros casetes, nuestras memorias y cuando llegue a alcanzar esa paz, tal vez la persona en cuestión se marche o tal vez ella  en ese momento quiera que se quede.

Generalmente  proyectamos en las situaciones externas que creamos y en las personas que nos rodean todos los motivos habidos y por haber de las decisiones que nos conciernen y que no queremos asumir responsabilidad. Nos hemos acostumbrado a buscar al culpable fuera de nosotros.

Con Ho’oponopono aprendemos a lograr paz sin importar lo que esté sucediendo fuera de nosotros. Sin importar que nuestro mundo se este cayendo, y cuando alcanzamos ese estado ideal, todo cambia, nuestro mundo cambia, nuestra percepción cambia, se deshace el error. Por eso todas las situaciones aparentemente caóticas que tenemos en la vida son tan solo oportunidades de limpiar, son errores de percepción, y a través de ellas podemos darnos cuenta y retomar nuestro poder.

La paz no es del otro, la paz es mía, y yo soy responsable por mi paz, el otro solo es un pequeño recordatorio que me indica que estoy juzgando,  que no estoy viendo la situación tal como realmente es, que mis pensamientos no están centrados en el amor. Todas las situaciones, nos llevan a dos opciones, o limpiamos nuestras memorias, o nos enganchamos y sufrimos.

Para retomar tu poder, lo primero que tienes que hacer es darte cuenta, que el problema no está afuera de ti, sea cual sea este, y aunque lo veas afuera la varita mágica para cambiarlo la tienes tú.

Te amo

Jocelyne Ramniceanu

Había una vez……

Un día desperté y me encontré dentro de una historia que ya  hace mucho  tiempo había comenzado, entonces como un juego de niños comencé rápidamente a aprender las reglas para jugarlo.

Básicamente tenía que aprenderlo todo y ponerme al día, además no podía recordar nada anterior a él, por lo tanto me sentía muy pequeñita, frágil, y algo perdida.

Estaba  muy interesada en aprender a jugarlo lo más rápido posible y me esforcé en hacerlo lo mejor que creía. Pero este juego me desconcertaba y me sentía muy frustrada, las reglas no se aplicaban correctamente y la recompensa tardaba en llegar. Creía que era cuestión de tamaño y que cuando creciera lo entendería.

A este juego algunos lo llaman vida, para mí era tan solo un juego más, pero no lograba recordar el  porque  lo tenía que jugar. Tampoco me podía rendir ni sabía cómo  me podía retirar. Le buscaba el sentido pero no lo encontraba.

Así fue como poco a poco me adapté a él. Presentía que había atajos para ganar la partida, y supe que aunque no pusiera de mi parte, nunca perdería, pero el juego me llevaba a un callejón sin salida.

También supe que había una vía rápida, llena de premios, y que el tiempo que tardara en encontrarlo era importante. El camino estaba lleno de pistas, pero también había  muchas trampas que me desviaban, y si yo le ponía toda mi atención, tal vez podría evitar confundirme. El secreto era escuchar a mi voz interior, pero casi siempre los obstáculos me distraían.

Con el tiempo aprendí que todo lo que veía, todo lo que oía y todo lo que sentía, hablaban solamente de mí, me decían exactamente todo lo que yo creía, y que siendo un reflejo, por allí no iba a encontrar la salida. Si buscaba quien me diera una pista, encontraba lo mismo que yo ya sabía. Cuando preguntaba quién era y para qué jugaba este juego, encontraba en todas partes la misma ignorancia, entonces comprendí que las respuestas no las iba a encontrar buscando allá afuera porque todas ellas no eran más que el eco de mi propia voz.

Me seguía obsesionando encontrar la razón de para qué  jugaba este juego y cómo  hacer para ganar la partida.

Entonces comencé a buscar las claves dentro de mí .Encontré un lugar oscuro y lleno de escombros, allí había mucha basura, era un laberinto sin salida. Para mi sorpresa  descubrí que  me estorbaba todo lo que yo creía, todo lo que aprendí y todo lo que siempre pensé se había convertido en una  gran muralla de concreto que me bloqueaba el paso. Trate de tomar información de allí pero descubrí que nada servía, estaba  por todos lados repleto de conocimientos pero no de sabiduría. Me sentí muy frustrada porque ya no sabía adónde ir, lo había probado todo sin  obtener respuestas, y mientras mas insistía, mayores parecían ser los obstáculos.

Al final me rendí, me dije que tal vez buscaba en el lugar equivocado o tal vez algún detalle se me había escapado. Terminé sentada a un lado de la acera con las piernas encogidas y decidí dejar de insistir. Me relaje y me quede observando tranquilamente los dedos de mi pie cuando una voz me  susurro al oído y dijo : “CUANDO SUELTAS ES CUANDO SUCEDEN LOS MILAGROS”.

Entonces todo se me aclaró, encontré que las respuestas a mis preguntas estaban en el lugar donde no existen los recuerdos y que el juego era una creación mía, al igual que las reglas también las había puesto yo, y que mi poder era tan grande que las podía volver a cambiar.

Te amo

Jocelyne Ramniceanu

La gran obra de tu vida.

 

 

Cuando llegaste a este mundo,  tú elegiste ser de determinada manera y le pediste al universo que te dé lo que corresponde a la experiencia que tú  decidiste tener. La causa de todo lo que te ocurre es el ser que has elegido experimentar.

Todo se reduce al rol  que has elegido desempeñar en esta existencia, esa es la causa, y el efecto es todo lo que manifiestas ahora. En algún momento desde el comienzo de tu existencia has decidido experimentar una forma del ser, y de acuerdo a ello tu vida marcha sin ni siquiera estar consciente de tus decisiones.

Tus experiencias mientras te relacionas con otros son el resultado de lo que tú seleccionaste experimentar. La causa original de todo lo que vivencias  es el resultado directo de tu elección aunque la ilusión te hace creer que todo te sucede, pero eso no es posible, tú eres el creador y si eliges aceptar que todo lo causaste tú, es el primer paso  para transformar la existencia del ser que decidiste manifestar.

Este es el paso para comprender  la  primera lección, y esta es que tu puedes manifestar todo aquello que deseas ser y tus relaciones estarán actuando de acuerdo a la obra que decidas interpretar.

Tú tienes el poder de crear. Tu vida es un gran teatro pero tú no eres el personaje tu eres el protagonista principal que escogió un guion para actuar. Y el titulo y la trama de la obra que desempeñas es “TU VIDA”.

Tu puedes decidir cambiar la obra que deseas representar, puedes cambiar el guion y  puedes cambiar el personaje  ya que tú también eres el director.

Tu puedes ahora darte cuenta que la vida solo se trata de experimentar todo lo que has decidido interpretar y que el autor  y el actor son la misma persona y ese eres tú. Que no fuiste puesto allí involuntariamente  como un personaje, eres tu quien decidió, tu eres la causa, y el universo tan solo te concedió aquello que tu le has  pedido. Lo que te sucede es solamente el efecto de tu elección.

Conoce tu poder y comienza a aceptar que tú eres el creador, estas hecho de la misma sustancia que hace que todo sea y por lo tanto todo lo que tú decides es.

Cuando naciste, fuiste el producto de una decisión, pero esa decisión la tomaste tú, y te has olvidado que tú eres el autor y el actor de la obra de tu vida- No fuiste puesto allí por casualidad, todo lo que te ocurre lo creas tú y es solo tu responsabilidad.

Las decisiones que tomas durante tu vida tienen distintos niveles, las pequeñas decisiones del día a día, no van a cambiar tu experiencia, esas tan solo son las pequeñas olas que mueven el barco, mas solo la comprensión  global cuando  sales del mundo de la ilusión, es la que te impulsa a mover el timón, es cuando puedes variar el rumbo de navegación.

Si no te gusta lo que experimentas, tienes que mirar en tu interior y volver a decidir, pero para ello tienes que tener una visión completa, tienes que verte por fuera de tu rol de personaje y sentirte que eres el actor, el autor y el director de tu propia obra. Cuando asumas esta responsabilidad es cuando tu vida podrá cambiar .Eso es ser 100% responsable. Nada realmente ocurre al azar.

Tú puedes ver la película completa, y tú puedes decidir manifestar paz y amor .Tu puedes decidir otra vez.

Te amo

Jocelyne Ramniceanu

Nuestras palabras crean la realidad

Cuando sembramos una semilla, lo que esperamos de ella es que crezca, igual sucede con lo que decimos, nuestras palabras tienen un poder creativo.
Cuando hablamos le estamos dando vida a lo que decimos, estamos sembrando las semillas de un árbol.
Somos quienes somos porque lo hemos pensado y hablado alguna vez en el pasado y todo lo que decimos se convierte en una profecía auto-realizada.

Lo que decimos de nosotros mismos, es lo que estamos creyendo y creando. Cuando decimos que algo no lo hacemos bien, o no servimos para esto o aquello, lo que estamos es mutilando nuestro poder. A veces creemos que lo que decimos es un hecho o una realidad y no nos percatamos que en ese momento estamos tallando nuestras propias limitaciones.
Todo lo que decimos fue primero un pensamiento, cuidemos nuestro pensamiento y luego no le demos más fuerza a través de la palabra.
Si no les gusta lo que están experimentando comiencen a cambiar sus palabras. No sembremos semillas negativas, y pongamos mucha atención cuando hablamos, aprendamos a solo profetizar lo bueno y la semilla del bien, luego así será la realidad que vamos a manifestar.
Somos responsables de crear nuestra realidad, en nuestras manos esta también tener la vida que queremos tener, solo habla positivamente, y si te descubres diciendo palabras negativas, no importa, tan solo di gracias, gracias gracias.

Te amo
Jocelyne Ramniceanu

Los Pensamientos

Los pensamientos negativos son oportunidades por muy desagradables que algunos parezcan, y si los borramos a tiempo, podemos evitar que se manifiesten  en nuestras vidas. Los pensamientos están casi siempre impregnados de memorias y nuestra mente se sigue programando a sí misma constantemente, instante a instante . . . sin cesar. En cada segundo la estamos programando y re-programando con esos mismos  pensamientos antiguos.

Si mis creencias me llevan a pensar que la vida es muy desagradable, que es injusta, que hay mucho sufrimiento, mucho dolor . . . ese pensamiento le está dando forma a mi realidad, le da una orden a mi mente y mi mente le está dando una orden a el universo. Lo que estoy haciendo es creando mi realidad, que a su vez va a confirmar mi creencia de que la vida es dolorosa y está llena de sufrimiento. Hacer cambios en nuestros patrones de pensamiento no es imposible. La buena noticia es que practicando el Ho’oponopono si los podemos cambiar.

Cuando nos encontramos con pensamientos dolorosos, de sufrimiento, podemos decirnos  a nosotros mismos, gracias, gracias (les agradecemos mostrarse y brindarnos la oportunidad de borrarlos) y luego amarlos. Tan solo con decirles «Te amo» los estamos liberando y liberamos la energía que va con ellos asociada, transmutando las sensaciones desagradables que nos estaban  ocasionando malestar en pura paz. Cuando les decimos Gracias, Te Amo, no nos aferramos a ellos, los dejamos ser, dejamos de prestarles atención y por ende tienden a desaparecer y dejan de manifestarse en nuestra realidad.

Estas palabras son mágicas, cuando las empleamos constantemente. Todo se transforma. La constancia es necesaria para realizar los cambios. No olvidemos que nuestra mente se programa a cada instante y tenemos programaciones muy antiguas, incluso muchas vienen desde nuestros ancestros.

Tener paz es una opción y es únicamente nuestra elección y nuestra decisión, no lo olvidemos, de nadie más. La paz es nuestro estado natural.

Un abrazo,

Jocelyne Ramniceanu

Nube de etiquetas