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Más allá del sufrimiento

El sufrimiento, en algún punto de nuestra existencia, nos lleva al agotamiento. Llega un momento que ya no podemos más y nos decimos con firmeza, “Ya basta, no quiero sufrir más”. Esto no significa que enseguida paremos de sufrir, y en este estado podemos transitar algún tiempo hasta descubrir que los causantes del sufrimiento no son las circunstancias externas ni las demás personas que nos rodean, nuestra programación es quién lo causa. Al descubrirlo ya damos el primer paso. Ya podemos responsabilizarnos y encontrar una salida.

La buena noticia es que el sufrimiento puede ser nuestro gran maestro. Puede llevarnos a un nuevo despertar y a darnos cuenta que hay otro camino. Este nuevo camino nos enseñará a dejar de reaccionar, a soltar creencias, a vivir en el presente y al autoconocimiento; siempre y cuando no caigamos en la autocompasión.

Nadie nos hace sufrir, el dolor sabemos que es natural porque nos apegamos a nuestros afectos, cosas, personas, animales, parejas, modos de vida, valores etc.

Nos apegamos prácticamente a todo lo que se vuelve costumbre y nos resistimos al cambio.

En segundo lugar, el sufrimiento nos ayuda a comprender y no únicamente a un nivel intelectual que todo es inestable, pasajero, temporal y en continua transformación y que aunque el cambio nos cause algún dolor, todo sigue un proceso de evolución y nada permanece igual.

Para tener paz interior tenemos que aceptar e internalizar que las relaciones vienen y van cumpliendo con su cuota ya sea esta corta o larga, ya sea que la separación sea en vida o a través de un cambio del plano existencial. Igual sucede con nuestras posesiones. Todo fluye en un constante intercambio transformándose a si mismo.

No son las situaciones las que nos hacen sufrir sino las interpretaciones que hacemos de ellas con nuestros pensamientos.

Todas las situaciones en nuestra vida nos producen apego cuando son placenteras y aversión cuando estas son desagradables. Si nos relacionamos con el mundo con mayor desprendimiento y sin expectativas, el dolor será pasajero.

Los pensamientos, son el motor del sufrimiento y es el combustible que lo alimenta. Es aquella parte de nosotros que nos gobierna y mantiene poseídos si no nos mantenemos en el presente.

Podemos decirles GRACIAS y TE AMO a cada pensamiento que nos hace sufrir cuando este se presenta.

Cuando me doy por vencida al sufrimiento, y dejo de luchar y oponerme a él, es cuando realmente encuentro paz, aceptando lo que es. Es importante decidir ACEPTAR, rendirnos, y darnos cuenta que no somos eso, sino la conciencia superior detrás de esos pensamientos que nos hacen sufrir.

El sufrimiento no es más que la voz de nuestro maestro interno que nos indica que hay otra manera de percibir el mundo. Que no somos lo que pensamos y que no podemos controlar al mundo a nuestro antojo sino encontrar la paz interna para que nuestro mundo cambie.

Únicamente cuando soltamos nuestros hábitos y creencias, encontramos la paz anhelada y es solo entonces cuando vamos a experimentar circunstancias amorosas y no al revés.

Te amo

Jocelyne Ramniceanu

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Bienvenido dolor

Aprendimos desde muy pequeños e incluso antes, a no llorar, a no gritar, a no mostrar nuestra frustración y esos sentimientos allí quedaron,  no expresados,  guardados  y enterrados en nuestro interior.

Toda esta acumulación es lo que conocemos como sufrimiento. Es posible que no seamos conscientes de él porque constantemente  lo evitamos, al igual que evitamos  todas aquellas situaciones que nos recuerden nuestros pesares. Pero en nuestra rutina diaria constantemente encontramos un disparador porque el dolor no expresado lo llevamos muy cerca de la superficie y reaccionamos defendiéndonos o atacando  ante cualquier evento.

El dolor, tanto como la rabia, nos impiden sentir el amor en todas sus proporciones. Estas emociones al igual que el temor, no nos hacen libres para expresarnos  como chispas divinas.

Por lo general rechazamos el dolor y no lo dejamos salir, no lo lloramos y evitamos  a toda costa sentirlo. Puede que lloremos un poco cuando ya no nos podemos contener, pero con moderación, como cuando levantamos la válvula y sacamos el aire de la olla de presión .Sin embargo el caldo aún queda adentro e intacto. Realmente lo que tenemos que hacer es vaciar todo el contenido del recipiente.

Todo cuanto guardamos sólo está esperando otro momento para salir y mientras tanto, nos ocasiona sufrimiento. Es como tener un absceso en una herida cerrada y allí todo lo que lo roza duele.

Las emociones hay que expresarlas, el grito, la rabia, el odio, el resentimiento, la tristeza, e ir cavando cada vez más profundo hasta vaciar el pozo; hasta que no quede absolutamente nada por salir. Es entonces cuando nos liberamos y podemos sentirnos uno con la fuente, es cuando podemos nuevamente conectar con el amor incondicional y con quienes realmente somos.

La limpieza de memorias  con palabras como GRACIAS y TE AMO funciona perfectamente pero tenemos que ayudarnos vaciando la carga de energía reprimida, dejándola  partir. Las emociones bloqueadas van acompañadas siempre de creencias inútiles y contaminadas y las podemos soltar de manera  fácil cuando liberamos completamente el contenido emocional que las acompaña. Al estar más ligeros es mucho más fácil borrar lo que no nos sirve, para así dejar de reaccionar y sentirnos en paz.

Es bueno llorar, y no te contengas, conéctate con el dolor para que sanes.

Una vez que  te liberas es tan fácil dejar ir todo aquello que no eres tú, diciéndole simplemente GRACIAS y TE AMO a cada pensamiento,  y  con estas palabras vas sellando las huellas dejadas y ya nada  te podrá dañar a menos que tú nuevamente lo permitas.

Expresar nuestros sentimientos libremente y sin miedos es lo que nos permite volver a ser niños otra vez, es  volver a expresarnos con el lenguaje del alma.

Al dejar atrás los apegos a aquello que creíamos que era, podemos estar abiertos a lo que  realmente es y a quienes somos en realidad. Esto nos permite vivir en el presente y conectarnos con la divinidad en nuestro interior para fluir como uno con la fuente. Podemos sentirnos nuevamente en paz y en perfecto equilibrio.

Te amo

Jocelyne Ramniceanu

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Acerca del apego.

Queridos amigos, feliz Domingo, y feliz semana. Esta vez quiero compartir con ustedes una sabia historia que desconozco su origen pero es muy ilustrativa acerca de nuestros juicios, y apegos, cuando nos suceden lo que llamamos “cosas malas” en nuestra vida.

Hay una historia acerca de un viejo sabio en la China que tenía un caballo y un hijo. Todos sus vecinos le tenían lástima y siempre le decían: “Qué triste que todo lo que tienes es un hijo y un caballo”. El viejo sabio siempre respondía con las siguientes palabras: “¿Qué es bueno, qué es malo, quién sabe?” Un día, el caballo se escapó. Todos los vecinos se le acercaron con mucha compasión, diciendo: “¡Es terrible, tu único caballo se escapó y ahora solamente tienes a tu hijo. Es terrible!”. Como siempre, el viejo encogió sus hombros y dijo:

“¿Qué es bueno, qué es malo, quién sabe?”.

Pasó una semana y el caballo regresó, y con él venían doce hermosos caballos salvajes. Los vecinos estaban muy emocionados y corrieron hacia el viejo proclamando su buena fortuna: “Es tan maravilloso, ahora tienes muchas posesiones”. El viejo sabio respondió una vez más encogiendo sus hombros con las acostumbradas palabras:
“¿Qué es bueno, qué es malo, quién sabe?”.

El viejo sabio le dijo a su hijo que comenzara a entrenar a los caballos salvajes para que pudieran serles útiles.
Un día, el hijo estaba montando un caballo particularmente salvaje, se cayó y se rompió ambas piernas.
Cuando los vecinos supieron, llenos de lástima le decían: “Qué cosa tan horrible lo que le pasó a tu único hijo”.
El viejo sabio nuevamente se encogió de hombros y dijo: “¿Qué es bueno, qué es malo, quién sabe?”.

Poco tiempo después, llegaron unos jinetes desde una villa cercana buscando a todos los hombres físicamente capaces para ir a la guerra y para ayudarles a proteger su villa de las bandas de ladrones que merodeaban por allí. Así fue como todos los jóvenes de las villas cercanas fueron a ayudar a la guerra excepto el hijo del viejo sabio, quien tuvo que quedarse en casa porque sus dos piernas rotas aun no habían sanado. Todos los jóvenes que fueron a la guerra murieron pero el hijo del viejo sabio vivió muchos años.

Entonces, cuando parezca que tu mundo se está derrumbando a tu alrededor y no puedes encontrarle ningún sentido a lo que te está pasando, siempre recuerda que no conoces la película completa y recuerda también las palabras del viejo sabio:
“¿Qué es bueno, qué es malo, quién sabe?”.

No sabemos nada, y en la medida que admitamos nuestra ignorancia sin resistencia, sin juicios, sin culpas y aceptamos que aquello que nos ocurre es siempre una bendición, podremos vivir sin sufrimiento, incluso si nunca llegamos a comprender el por qué. No es necesario saber, pero si es importante soltar y confiar. El dolor es parte de nuestra naturaleza pero el sufrimiento es opcional. No existe nada tan terrible, cuando aprendemos a desapegarnos a los resultados. Lo terrible no es lo que nos sucede sino como lo interpretamos.

El trabajo es interno, el trabajo es desapegarnos, soltar y confiar. Esta es la tarea más importante en nuestra existencia. Cuando logramos el desapego, es cuando realmente estamos amando, estamos amándonos. No necesitamos, estamos completos y experimentamos.

Te amo.

Jocelyne Ramniceanu

De regreso a casa

Una amiga me pidió que escribiera sobre la muerte, y yo me resistí durante varios días, es un tema difícil para mí y donde juntos compartimos muchas memorias. Al fin hoy comenzó a fluir. Sentí que lo debo hacer porque es una necesidad ver la muerte de otra manera, sin  miedo.

Todos tenemos algún familiar y personas allegadas que se han ido y nos hemos quedado paralizados y entristecidos por la perdida.

La muerte, además de el vacio que nos ocasiona, la asociamos con el dolor físico de la persona que nos deja y con el dolor emocional de quienes nos quedamos. Tenemos muy arraigadas las memorias de dolor y sufrimiento  y nos puede  ayudar comprender que la muerte no es un final y siempre es una liberación.

Tenemos la impresión de que todos estamos separados y la muerte física nos hace creer en esta ilusión.

Mi propósito al escribir sobre este tema es ayudarnos a cambiar nuestras creencias y sustituirlas por nuestro entendimiento de lo que es una transición, una transformación, y quizás una evolución en algo superior.

Todos hemos oído hablar y muchos de nosotros tenemos algunas experiencias acerca del espiritismo, de las regresiones, de la comunicación con seres de  otros planos, de memorias de vidas anteriores, y canalizaciones, y yo he presenciado algunas de estas experiencias y no me cabe ninguna duda que estas son reales. Todos podemos experimentar cierto tipo de contacto si nos preparamos y logramos modificar nuestras frecuencias para acceder a otros planos de consciencia.

Entonces la muerte como tal no existe, solo es una transformación del estado físico al etéreo. El yo esencial se libera, y la muerte, es el nacimiento de una nueva aventura. Un nuevo cambio.

Tenemos  ilusiones enormes que nos confunden. Creemos que somos un cuerpo y no un alma, cuando el cuerpo es el instrumento de la vida y este se acaba con la muerte, el alma sigue su camino de transformación. Nunca es un final, es un nuevo comienzo.

Hemos aprendido que la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma. La vida es una aventura, pero lo que hay después de la vida también lo es.

El apego es natural y cuando un ser querido se va, nos deja un gran vacío, y ese sentimiento lo proyectamos en el ser que se fue, lo imaginamos sufriendo antes y después, mas no es así, ese ser ahora está absolutamente libre para su siguiente aventura.

En las creencias que conservamos  por lo general La muerte no es el enemigo, nuestro enemigo  es el miedo a la muerte.

Tenemos que cambiar y enseñar a las personas que están cerca de la muerte a perder el miedo, y a recibir lo que vendrá con alegría, esa es una hermosa tarea que rara vez emprendemos. El miedo a la muerte entonces desaparecerá. El estado de ánimo será tal que le dará la bienvenida  ¿Qué va a suceder?  Será capaz de dejar que suceda y no habrá preocupaciones.

Recuerda el amor es dejar libre al otro, intenta soltar el apego, por difícil que parezca y nunca olvides,  la separación es solo una ilusión. Tómalo como un viaje de aventuras a tierras lejanas con la certeza  que la persona que se marcha, se va en paz.

Desde el momento en que nacemos comenzamos a morir lentamente. ¿Alguna vez te has preguntado quien  o que eras antes de nacer?  La muerte solo es el regreso a casa. Entonces ¿porque no vivir la vida como un corto viaje de aventuras en vez de tomarlo tan en serio? ¿A quién no le has dado amor y de quien no te has despedido? Agradece a quienes te han acompañado, y a aquellos que aunque no te hayan agradado, te han ayudado a descubrir acerca de ti.

Todos estamos unidos y entrelazados aunque no lo podamos percibir y tan solo estamos experimentando distintas facetas del ser, somos parte de la totalidad, somos la fuente experimentándose a sí misma.

Pierde el miedo y entrégate al amor, es el único camino a la paz, es la única manera para que tu aventura mientras dure, te traiga felicidad. Siempre regresaremos a casa.

Te amo

Jocelyne Ramniceanu

Los Pensamientos

Los pensamientos negativos son oportunidades por muy desagradables que algunos parezcan, y si los borramos a tiempo, podemos evitar que se manifiesten  en nuestras vidas. Los pensamientos están casi siempre impregnados de memorias y nuestra mente se sigue programando a sí misma constantemente, instante a instante . . . sin cesar. En cada segundo la estamos programando y re-programando con esos mismos  pensamientos antiguos.

Si mis creencias me llevan a pensar que la vida es muy desagradable, que es injusta, que hay mucho sufrimiento, mucho dolor . . . ese pensamiento le está dando forma a mi realidad, le da una orden a mi mente y mi mente le está dando una orden a el universo. Lo que estoy haciendo es creando mi realidad, que a su vez va a confirmar mi creencia de que la vida es dolorosa y está llena de sufrimiento. Hacer cambios en nuestros patrones de pensamiento no es imposible. La buena noticia es que practicando el Ho’oponopono si los podemos cambiar.

Cuando nos encontramos con pensamientos dolorosos, de sufrimiento, podemos decirnos  a nosotros mismos, gracias, gracias (les agradecemos mostrarse y brindarnos la oportunidad de borrarlos) y luego amarlos. Tan solo con decirles «Te amo» los estamos liberando y liberamos la energía que va con ellos asociada, transmutando las sensaciones desagradables que nos estaban  ocasionando malestar en pura paz. Cuando les decimos Gracias, Te Amo, no nos aferramos a ellos, los dejamos ser, dejamos de prestarles atención y por ende tienden a desaparecer y dejan de manifestarse en nuestra realidad.

Estas palabras son mágicas, cuando las empleamos constantemente. Todo se transforma. La constancia es necesaria para realizar los cambios. No olvidemos que nuestra mente se programa a cada instante y tenemos programaciones muy antiguas, incluso muchas vienen desde nuestros ancestros.

Tener paz es una opción y es únicamente nuestra elección y nuestra decisión, no lo olvidemos, de nadie más. La paz es nuestro estado natural.

Un abrazo,

Jocelyne Ramniceanu

Te Amo

Cuando digo para mis adentros «TE AMO, TE AMO» y lo repito sin importar lo que esté sucediendo afuera, ya sea muy desagradable, triste o incluso este sintiendo rabia, enojo, es mágico lo que ocurre…

El amor es todo lo que existe. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Hemos sido educados con la creencia que debemos amar a nuestro prójimo y nos olvidamos de amarnos a nosotros mismos.¿ Como podemos amar a otra persona si no comenzamos con nosotros mismos? Acá es donde Ho´oponopono ofrece un camino simple. Todo vuelve a lo mismo: conócete a ti mismo, amate a ti mismo y cambia tu mundo.

Cuando nos cuidamos, cuando estamos pendientes de nuestros pensamientos, de corregir el error para parar de sufrir, estamos haciendo un gesto de amor profundo, nos hacemos cargo y tomamos responsabilidad.

Te amo  es una palabra clave para iniciar el proceso ya que el amor es lo único que existe, es transformador.

Mis memorias las amo, amo lo que han manifestado y que hoy se materializa en mi vida a través del dolor, del sufrimiento, es muy difícil para mí decirlo, pero cuando lo hacemos es una forma de liberarnos, de decirles que ya no las necesitamos más en nuestra vida y es así como se realiza el proceso de sanación, es así como se realiza la auto curación, la limpieza, es así como rectificamos esos pensamiento erróneos. Esta palabra es mágica.
Te amo, te amo, te amo……
Y le doy permiso a mis memorias y programas de dolor para que se borren de mi sistema de creencias y de mi entorno.Todo se transforma en pura paz.

Te amo

Jocelyne Ramniceanu